Me atrevo a coger prestado el título al gran Gabriel García Márquez porque así a modo de introducción no podría resumirlo mejor e incluso queda más poético que poner «Amor en tiempos del Coronavirus».
Pasado casi mes y medio y visto ya con perspectiva, nuestra boda no fue como lo habíamos planeado pero, desde luego, pasará a la historia.
Las semanas anteriores al día no hubo nada que se diferencie a los últimos preparativos de cualquier boda: corre para aquí y corre para allá, últimas pruebas, recoger los trajes, terminar con los detalles de los invitados, mesas, flores, cursillo prematrimonial… ¡En fin! ¿Qué os voy a contar a los que ya hayáis pasado por eso? Nervios ninguno pero si muchísimas ganas de que llegara el día y todo acabara.
Nuestra peor locura se nos vino encima dos días antes de la fecha.
Como siempre, todo nos pilla por sorpresa o no queremos verlo o llamarlo como queráis. La historia del virus ya se venía oyendo desde hacía unos meses, pero para qué vamos a poner el grito en el cielo si eso está en China y China nos pilla muy lejos.
Y resumiendo, por no alargarnos mucho, de repente la misma semana del evento empieza el run-run en Italia , a mitad de semana Italia cerrado, comienza a notarse un ambiente raro por aquí también, Madrid una paranoia total, el jueves de esa misma semana se anuncia cierre de colegios para la semana siguiente y nosotros empezamos a recibir cancelaciones de asistencia de muchos familiares y amigos. Si eso fue el jueves, el viernes no se planteaba mejor, fue un poco más de lo mismo pero multiplicado por cuatro.
A todo esto, nosotros en continúo contacto con Ana, nuestro ángel y pepito grillo a lo largo de toda esta aventura. De ella ya os hablaré mejor, más adelante.
Nos plantamos en Viernes. Viernes y 13. Y la mayor de las dudas rondándonos más seriamente desde el día anterior «¿cancelamos? ¿no cancelamos? Tampoco queremos que pase nada malo ni grave. Pero, ¿qué hacemos?» Eran muchas dudas porque no había nada decretado, teníamos mucha gente que venía de fuera, muchos ya estaban aquí porque habían venido días antes, con hoteles, apartamentos, vuelos, AVE, todo cogido y no queríamos que hubiesen hecho todo eso en valde. Y bueno, nosotros con todo preparado también, la finca a punto, comida comprada, etc… Como he dicho antes, la peor de nuestras locuras. Sobretodo emocional.
Hablamos con Ana, empezamos a valorar el aplazamiento de la celebración, pero decidimos esperar a que avanzara un poco la mañana a ver qué novedades podían haber. Todas las dudas se resolvieron con la comparecencia de nuestro señor presidente anunciando la próxima declaración de Estado de Alarma en todo el país.
Respiramos tranquilos, ¡Por fin, ya estaba decidido! La respuesta llegaba al límite, pero ahí estaba. No entendíamos que si realmente era tan grave por qué no se había hecho antes, nos dejaba una decisión a nosotros que no nos correspondía. Así lo sentíamos.
Cerrado el tema de la celebración, nos quedaba el de la ceremonia. La misa en la Basílica del Pilar también estaba reservada desde hacía año y medio y 14 es nuestra fecha, eso está claro, ¿Pero seguría siéndolo a pesar de todo? Nos pesaba mucho porque no iba a acompañarnos toda la gente que anhelábamos que estuviese, no iba a haber celebración, ni besos, ni abrazos ni jolgorio, pero fuera como fuese era nuestro 18 cumpleaños y quisimos mantenerla como una fecha especial.
Así que pese a todo, dimos el paso. ¡NOS CASAMOS! Fue una sensación agridulce, una ceremonia sencilla pero muy especial para nuestro recuerdo, estuvimos arropados por los muy muy poquitos que estuvieron allí, pero también por todos los familiares y amigos que no estuvísteis.
Por esa razón sólo podemos decir:
Estuvisteis todos muy presentes y os echamos de menos. Por eso, nos habremos casado, pero HABRÁ celebración POST BODORRIO, POST CORONAVIRUS y todos los POSTs que se os ocurra celebrar!
Amar en tiempos de cólera, es complicado.
Vosotros habéis demostrado que el amor está por encima de todo. En las peores crisis se ven a las grandes personas. Aguantasteis como unos campeones una situación de incertidumbre y tomasteis la mejor decisión para todos nosotros.
No se cancelo la fiesta, se ha pospuesto para que seguramente cuando se haga , sea la fiesta de esta década que empezó en enero.
Ruben , Gaby , Alejandro y yo somos afortunados por que seáis parte de nuestra “ohana” . Contamos los días para juntarnos en torno a una BBQ.
Os queremos Leones infinito
❤️❤️❤️ Sois una familia muy 🔝
Estoy muy orgulloso de ustedes chicos, porque son personas estupendas y se complementan muy bién. Les deseo con todo mi corazón mucho exito en su hogar.
😘❤️